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Dios: ¿Es Una o Tres Personas?

Que el Señor Jesucristo les bendiga

Oye, Israel: Jehová nuestro Dios, Jehová uno es:

Y amarás á Jehová tu Dios de todo tu corazón, y de toda tu alma, y

con todo tu poder (Deuteronomio 6:4-5)

 

Trinidad es una de las palabras más usadas por los cristianos y no existe referencia de ella en ninguna parte de la Santa Biblia, viene del Latín “Trinĭtas” que significa la distinción de tres personas divinas es decir “Tres deidades”, la Biblia no habla del misterio de la trinidad, sino que habla del gran misterio de la Deidad.  Las Escrituras en ninguna parte declara la existencia de tres deidades o de tres dioses y menos lo que habitualmente usan algunos cristianos de tres personas en una, sino que siempre indica que es Una Sola Deidad, es decir Un Solo Dios donde:

 

“Yo soy el Alpha y la Omega, principio y fin, dice el Señor, que es y que era y que ha de venir, el Todopoderoso” (Apocalipsis 1:8).

 

Estas descripciones son de UNA y la MISMA persona. El Dios Todopoderoso que es y que era y que ha de venir, la Deidad.

 

La doctrina de la La Santísima Trinidad nació en los Concilios de Nicea (325 d.C), y de Constantinopla (381 d.C). y fue desconocida por un espacio de casi 400 años (Siglo IV) partiendo del nacimiento de Cristo. Constantino el Grande debido a las constantes contiendas religiosas que amenazaban el orden y la estabilidad de su dominio llamó a este concilio introduciendo el paganismo Romano a la creencia Cristiana, estableciéndose “El Credo de Nicea”.

 

Los romanos tenían muchos dioses a los cuales oraban, por lo que solo le dieron nombres nuevos a sus dioses antiguos, de manera que ahora tenemos santos para hacerlo más Bíblico. De esta manera bajaron a Júpiter, Venus, Marte, etc., y subieron a Pablo, María, Pedro, Fátima, Cristóbal, etc., etc. Ellos no podían hacer que su religión pagana funcionara con un solo Dios, por lo tanto lo dividieron en tres, e hicieron intercesores de los santos, igual como lo habían hecho con sus antepasados.

 

Nadie podrá hacer que un verdadero israelita crea que Dios está dividido en dos o tres personalidades, Así también debiera ser con cada cristiano que confiesa creer la Palabra completa del Señor; porque Dios no cambia.

 

“Porque yo Jehová, no me mudo” (Malaquías 3:6)

 

“Jesucristo es el mismo ayer, y hoy, y por los siglos”. (Hebreos 13:8)

 

Muchas veces para poder respaldar un pensamiento o dar sustento a una doctrina simplemente se basan en solo una parte de la Escritura en vez de escudriñarla completamente para saber lo que Dios dice al respecto, por ejemplo en los siguientes versículos podría entenderse que hay más de una Persona en la Deidad.

 

Y miré, y vi que en medio del trono y de los cuatro seres vivientes, y en medio de los ancianos, estaba en pie un Cordero como inmolado, que tenía siete cuernos, y siete ojos, los cuales son los siete espíritus de Dios enviados por toda la tierra. Y vino, y tomó el libro de la mano derecha del que estaba sentado en el trono.

Y cuando hubo tomado el libro, los cuatro seres vivientes y los veinticuatro ancianos se postraron delante del Cordero; todos tenían arpas, y copas de oro llenas de incienso, que son las oraciones de los santos; (Apocalipsis 5:6-8)

 

Si separamos estos versículos, parecerían probar que hay más personas en una misma Deidad, pero solo la probaría si y solo si SEPARAMOS estos versículos. Pero la clave está en creer TODA la Palabra, leamos lo siguiente:

 

Y al instante yo estaba en el Espíritu; y he aquí, un trono establecido en el cielo, y en el trono, uno sentado. Y el aspecto del que estaba sentado era semejante a piedra de jaspe y de cornalina; y había alrededor del trono un arco iris, semejante en aspecto a la esmeralda. (Apocalipsis 4:2-3)

 

Y siempre que aquellos seres vivientes dan gloria y honra y acción de gracias al que está sentado en el trono, al que vive por los siglos de los siglos, los veinticuatro ancianos se postran delante del que está sentado en el trono, y adoran al que vive por los siglos de los siglos, y echan sus coronas delante del trono, diciendo: Señor, digno eres de recibir la gloria y la honra y el poder porque tú creaste todas las cosas, y por tu voluntad existen y fueron creadas. (Apocalipsis 4: 9-11)

 

Observe cuidadosamente que en el versículo dos dice: UNO (no dos o tres, sino UNO) estaba sentado en el trono. En el versículo tres dice: EL (NO ellos) tenía aspecto semejante a una piedra de jaspe. En el versículo nueve dice que los seres vivientes le dan honor a EL (no a ellos). En el versículo diez dice que los ancianos se postran delante de EL (no de ellos). En el versículo once nos dice que decían: “SEÑOR, digno eres”, (no Señores). También en el versículo once dice que ESTE que estaba en el trono era el Creador, el Cual es Jesús (Juan 1:3), que es Jehová-Espíritu-Dios del Antiguo Testamento (Génesis 1: l).

 

Porque tres son los que dan testimonio en el cielo, el Padre, el Verbo, y el Espíritu Santo; y estos tres son uno. (1 Juan 5:7).

 

No es que hay tres Dioses, sino un Dios con tres oficios. Hay UN Dios con tres títulos: Padre, Hijo, y Espíritu Santo. Esta poderosa revelación es la que tuvo la iglesia primitiva, y tiene que ser restaurada en este último día.

 

En ninguna parte de 1 Juan 5:7 la escritura dice que los tres oficios de Dios (Padre, Hijo y Espíritu Santo) sean tres personas; porque si así fuera, Dios tendría tres personalidades y dejaría de ser UN DIOS o una sola deidad, sino tres deidades.

 

¿Cómo pueden tres personas estar en un Dios? No se trata simplemente de que no hay Biblia para probar eso, sino que muestra una clara falta de comprensión de lectura o razonamiento inteligente. Tres personas distintas, aun siendo de substancia idéntica, forman tres dioses, TRINIDAD, tres deidades o Tres Dioses, sino el idioma tendría que haber perdido su sentido completamente. Pero la escritura dice:

 

“Yo soy el Alfa y la Omega, principio y fin, dice el Señor, el que es y que era y que ha de venir, el Todopoderoso”.

 

Esto aquí es Deidad. Esto no es simplemente un profeta, un hombre, sino Dios. Y tampoco es una revelación de tres dioses, sino de UN Dios, el Todopoderoso. ¡Gloria a Dios! Amen.

 

La completa e infalible palabra de Dios solo puede probar que existe un Dios, considere lo siguiente:

 

El nacimiento de Jesucristo fue así: Estando desposada María su madre con José, antes que se juntasen, se halló que había concebido del Espíritu Santo (Mateo 1:18).

 

De acuerdo a esta escritura entonces ¿Quién fue el Padre de Jesús?, ¿la  primera persona del Padre o la tercera persona del Espíritu Santo?, de acuerdo a esta porción de las escrituras el Padre de Jesús tendría que ser el Espíritu Santo ya que claramente dice que María había concebido del Espíritu Santo. Entonces ¿la persona del Padre no es padre de Jesús?, Pero si Jesús mismo dijo que Dios era Su Padre, todo simplemente culmina en confusión.

 

El Espíritu Santo y el Padre es el Mismo y único Dios, solo que en oficios distintos, de otra manera Jesús tendría dos padres. Es más, aun el mismo primer capítulo de mateo agrega lo siguiente.

 

He aquí, una virgen concebirá y dará a luz un hijo, Y llamarás su nombre Emanuel, que traducido es: Dios con nosotros (Mateo 1:23).

 

Porque un niño nos es nacido, hijo nos es dado; y el principado será sobre su hombro; y se llamará su nombre Admirable, Consejero, Dios Fuerte, Padre Eterno, Príncipe de Paz (Isaías 9:6).

 

Esto no requiere de más compresión o revelación mayor, Jesús es Emanuel es decir Dios con Nosotros, además es el Dios fuerte y Padre Eterno, por lo que finalmente el Padre, el Hijo y el Espíritu Santo son oficios o manifestaciones del Único Dios.

 

Un Señor, una fe, un bautismo, Un Dios y Padre de todos, el cual es sobre todas las cosas, y por todas las cosas, y en todos vosotros (Efesios 4:5-6).

 

La Escritura habla enfáticamente que UNO ES. Por lo que la revelación nos muestra UN DIOS, una sola personalidad, pero con diferentes manifestaciones u oficios. El Todopoderoso, el que Es, que Era y que ha de venir, Alpha y Omega, Principio y Fin, es UNO y la misma persona.

 

Jesús dijo claramente:

“Yo y el Padre una cosa somos” (Juan 10:30).

 

También dijo:

“El que me ha visto, ha visto al Padre” (Juan 14:9).

 

De modo que Jesús y el Padre son UNO y la MISMA PERSONA. Entonces PADRE, HIJO y ESPÍRITU SANTO son la misma persona, donde JEHOVA DEL ANTIGUO TESTAMENTO ES JESUS DEL NUEVO TESTAMENTO.

 

Jesús dijo:

“El Padre que está en mí, él hace las obras” (Juan 14:10).

 

También dice la Escritura:

 

“Porque ciertamente Dios estaba en Cristo reconciliando

el mundo á sí, no imputándole sus pecados, y puso en nosotros la

palabra de la reconciliación” (2 Corintios 5:19).

 

Ahora, ¿cuál Dios estaba en Cristo? Pues habiendo UN SOLO Dios, tenemos que creer que ese era quien estaba en Cristo. No se le puede dar otra Personalidad a Dios por el hecho de haber tomado humanidad. Esto en verdad es un misterio, el cual debe ser revelado por Dios al creyente, como la revelación que tuvo Pedro (Mateo 16:16).  La falta de esta revelación hace que algunos conviertan a Dios en varias personas.

 

Esperando aquella esperanza bienaventurada y la manifestación gloriosa del gran Dios y Salvador nuestro Jesucristo. (Tito 2:13).

 

Por esa razón el apóstol Pablo llama al Señor Jesucristo “el gran Dios y Salvador nuestro.” No que El fuera otro Dios u otra Persona, sino que Dios estaba en Cristo.

 

Este es Jesucristo nuestro gran Dios y Salvador. Jesús es Dios manifestado en carne. Esto no lo hace otro Dios, ni otra personalidad. Es el único y Todopoderoso Dios habitando en un tabernáculo de carne. Como también lo enseña Juan:

 

“En el principio era el Verbo (La Palabra), y el Verbo era con Dios, y el Verbo era Dios. Y aquel Verbo fue hecho carne, y habitó entre nosotros (y vimos sugloria, gloria como del unigénito del Padre), lleno de gracia y de verdad” (Juan 1:1 y 14).

 

Además está escrito:

 

“Por cuanto los hijos participaron de carne y sangre, él también participo de lo mismo para destruir por la muerte al que tenía el imperio de la muerte, es a saber, al diablo” (Hebreos 2:14).

 

No se puede convertir a Dios en varias personas, siendo que el mismo Señor Jesucristo dijo: “Yo y el Padre una cosa somos”. “El Padre que está en mí, él hace las obras”. “El que me ha visto, ha visto al Padre”. Todo esto es lo mismo que decir: “Dios estaba en Cristo.”

 

En sus designios Dios quiso manifestarse como hombre en un tabernáculo de carne que se llamó JESÚS; pero esto no lo hacía otro Dios ni otra persona, sino el mismo Dios de la gloria manifestado en carne: “Emmanuel, Dios con nosotros.”

 

Porque en él habita corporalmente toda la plenitud de la Deidad, (Colosenses 2:9)

 

Por lo tanto TODA LA DEIDAD, no las deidades sino TODO DIOS habitó en nuestro señor Jesucristo.

 

En Dios no hay más que una SOLA PERSONALIDAD, pero con diferentes manifestaciones según sus propósitos. Dios como espíritu no puede morir, pero teniendo que efectuar la Redención de su pueblo, tuvo que tomar un cuerpo humano para poder morir por nosotros. Jesucristo hombre, el Tabernáculo de Dios, murió como muere nuestro cuerpo, el tabernáculo en el cual vivimos; pero Su Espíritu salió y volvió a Dios.

 

“Salí del Padre, y he venido al mundo:

otra vez dejo el mundo, y voy al Padre” (Juan 16:28).

 

Entendemos que esto es un misterio porque la misma Escritura lo dice:

“Sin contradicción, grande es el misterio de la piedad: Dios ha sido manifestado

en carne”.  Siendo un misterio, solamente por revelación divina podemos entenderlo.

 

Tratar de conocer a Dios por el razonamiento humano o por las interpretaciones y tradiciones de los hombres, harían del único Dios dos o tres personas; pero por la revelación divina, Dios es UNO con diferentes manifestaciones.

 

Los hebreos nunca creyeron así, aun cuando el Señor se les manifestó en diferentes maneras. Se manifestó como un hombre a Abraham y aun comió con él, también se le presentó como un sacerdote en Melquisedec; a Jacob se le presentó como un Ángel que luchó con él, y así se le apareció a Manoa, Gedeón, etc. A Josué se le presentó como un guerrero y al pueblo de Israel en el desierto en una Columna de Nube de día y en una Columna de Fuego de noche. Al profeta Elías se le manifestó como un silbo apacible. Pudiéramos seguir mencionando las diferentes maneras como Dios se manifestó a los hebreos; sin embargo los hebreos no le dieron diferentes personalidades a estas manifestaciones de Dios, antes se mantuvieron con la enseñanza del profeta Moisés:

 

“Jehová nuestro Dios, Jehová uno es (Deuteronomio 6:4)

 

Tampoco los apóstoles creyeron en tres dioses o tres personalidades en Dios, sino que mantuvieron la unidad de la fe. Ellos tuvieron contacto directo con el Señor Jesucristo, sabían que Él no era una segunda persona, sino Dios manifestado en carne; el único Dios de la gloria manifestado en forma humana. Juan lo llamó el verdadero Dios y la Vida Eterna, Pablo lo declara el gran Dios y Salvador nuestro.

 

E indiscutiblemente, grande es el misterio de la piedad:

Dios fue manifestado en carne, Justificado en el Espíritu, Visto de los ángeles, Predicado a los gentiles, Creído en el mundo, Recibido arriba en gloria (I Timoteo 3:16).

 

 

Esto es lo que dice la Biblia. Aquí no dice nada de primera, segunda o tercera persona. Dice que Dios fue manifestado en carne, un Dios. Aquel ‘UN DIOS’ fue manifestado en carne. Eso debiera poner fin al asunto. Dios vino en forma humana. Eso no le hizo OTRO DIOS. EL ERA DIOS, EL MISMO DIOS. Fue una revelación entonces, y es una revelación hoy: Un solo Dios. Amén.

 

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Escuchar Mensaje: Un solo Dios verdadero - Hno. Oscar Galdona, Venezuela.
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