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El mensajero prometido en la Biblia

Malaquías 4:5, Apocalipsis 10:7

Dudamos que cualquier edad en verdad haya conocido al mensajero que Dios le había enviado, con excepción de la primera edad donde Pablo fue el mensajero. Y aun en aquella edad muchos no le conocieron por lo que era.

 

En nuestra edad, la edad del fin según el libro de Apocalipsis, también debía venir un mensajero a la iglesia: “Y escribe al ángel de la iglesia de Laodicea…” Apocalipsis 3:14. En primer lugar ese mensajero será un profeta. El ministerio será basado sólidamente sobre la Palabra, porque cuando el profetice o tenga una visión, siempre será “según la Palabra” y siempre llegara a suceder. El será vindicado como profeta por razón de su exactitud. La prueba de que él es profeta la hallamos en Apocalipsis 10:7 “Pero en los días de la voz del séptimo ángel, cuando el comenzare a tocar la trompeta, el misterio de Dios será consumado, como él lo anuncio a sus siervos los profetas”. 

 

Ahora esta persona, que en este versículo es llamado un “ángel” no es un ser celestial. El sexto ángel de las trompetas, quien es un ser Celestial, está en Apocalipsis 9:13, y el Séptimo, según este orden, está en apocalipsis 11:15. Este ángel aquí en Apocalipsis 10: 7 es el mensajero de la séptima edad, y es un hombre; y él ha de traer un mensaje de Dios, su mensaje y su ministerio van a consumar el misterio de Dios como Él lo ha anunciado a Sus siervos los profetas. Dios va a tratar a este último mensajero como un profeta, porque él es un profeta. Eso es lo que Pablo fue en la primera edad, y la última edad tiene uno también. Amos 3: 6-7: “¿Tocarase la trompeta en la ciudad, y no se alborotara el pueblo? ¿habrá algún mal en la ciudad, el cual Jehová no haya hecho? Porque no hará nada el Señor Jehová, sin que revele su secreto a sus siervos los profetas”. 

 

La Palabra siempre vino y siempre vendrá a través de un profeta. Por medio de un simple escudriñamiento de las Escrituras podemos ver que esta es la ley de Dios. El Dios invariable con modos invariables, siempre envió Su profeta en cada edad cuando el pueblo se había desviado del orden Divino. Con los teólogos y el pueblo, ambos desviados de la Palabra, Dios siempre mando Su siervo a esta gente (pero aparte de los teólogos), con el fin de corregir la enseñanza falsa y de guiar al pueblo de nuevo hacia Dios.

 

Así vemos que viene un mensajero a la séptima edad, la nuestra.

 

No solamente vemos que viene este mensajero aquí en Apocalipsis 10:7, pero vemos que la Palabra habla de que viene Elías antes del regreso de Jesús. Mateo 17: 10-11: “Entonces sus discípulos le preguntaron, diciendo: ¿Por qué dicen pues los escribas que es menester que Elías venga primero? Y respondiendo Jesús, les dijo : A la verdad , Elías vendrá primero, y restituirá todas las cosas”. Antes de la venida de nuestro Señor, Elías tiene que regresar para efectuar una obra de restauración en la iglesia. Esto es lo que dice en Malaquías 4: 5-6: “He aquí, yo os envió a Elías el profeta, antes que venga el día de Jehová grande y terrible. El convertirá el corazón de los padres a los hijos, y el corazón de los hijos a los padres: no sea que yo venga, y con destrucción hiera la tierra”. No hay ninguna duda de que Elías tiene que volver antes dela venida de Jesús. Él tiene una obra especifica que llevar a cabo. Esa obra es la parte de Malaquías 4:6, que dice: “El convertirá el corazón de los hijos a los padres”. La razón de que sabemos que esta obra pertenece solamente a él para aquel tiempo, es porque el ya cumplió la parte que dice: “El convertirá el corazón de los padres a los hijos”, cuando el ministerio de Elías estuvo aquí en Juan el Bautista. Lucas 1: 17: “Porque el ira delante de el con el Espíritu y virtud de Elías, para convertir los corazones de los padres a los hijos, y los rebeldes a la prudencia de los justos, para aparejar al Señor un pueblo apercibido. En el ministerio de Juan, “Los corazones de los padres” fueron convertidos a los hijos. Sabemos eso porque Jesús mismo lo dijo. Pero el no dijo que los corazones de los hijos fueron convertidos a los padres. Eso todavía está por suceder. Los corazones de los hijos de los últimos días serán convertidos a los padres del Día de Pentecostés. Juan preparo a los padres para que Jesús pudiera dar la bienvenida a los hijos al entrar al redil. Ahora este profeta, sobre el cual caerá el Espíritu de Elías, prepara a los hijos para dar la bienvenida a Jesús.

 

Juan el Bautista fue llamado Elías por Jesús. Mateo 17: 12: “Mas os digo, que ya vino Elías, y no le conocieron; antes hicieron en el todo lo que quisieron…” la razón por la cual Jesús llamo Elías a Juan, fue porque el mismo Espíritu que estuvo sobre Elías había vuelto sobre Juan, de la misma manera que había estado sobre Eliseo después del reinado del Rey Acab. Ahora aquel mismo Espíritu volverá otra vez sobre otro hombre un poco antes de la venida de Jesús. El será un profeta. El será vindicado como tal por Dios mismo. Siendo que Jesús mismo, en la carne, no estará sobre la tierra para vindicarlo (como hizo con Juan), esto será hecho entonces por el Espíritu Santo, resultando en que el Ministerio de este Profeta será acompañado por grandes y maravillosas manifestaciones. Siendo un profeta, toda revelación será vindicada, porque toda revelación llegara a cumplirse. Maravillosas obras de poder serán hechas en fe según su mandato. Entonces será traído el Mensaje que Dios le ha dado en la Palabra para volver al pueblo a la verdad y al verdadero poder de Dios. Algunos escucharan, pero la mayoría seguirá igual como ha sido en el pasado, y le rechazaran.

 

Siendo este profeta mensajero de Apocalipsis 10:7, el mismo de Malaquías 4:5-6, el naturalmente será igual a Elías y a Juan. Ambos eran hombres separados del sistema religioso aceptado en su día. Ambos eran hombres del desierto. Ambos actuaban solamente cuando tenían un Así dice El Señor directamente de Dios por revelación. Ambos hablaban sin ningún temor en contra de los sistemas y los líderes religiosos de su día. Y además no se cuidaban para hablar en contra de todo aquel que era corrupto o que andaba corrompiendo a otros. Note usted; ambos profetizaron mucho en contra de mujeres inmorales y de sus malas costumbres. Elías hablo en contra de Jezabel, y Juan reprendió a Herodías, la esposa de Felipe. Aunque él no será popular, si será vindicado por Dios. Así como Jesús autentico a Juan, y el Espíritu Santo autentico a Jesús, nosotros podemos tener la confianza que este hombre será primeramente autenticado por el Espíritu obrando en su vida con hechos de poder que serán indiscutibles y no hallados en ningún otro lugar; y Jesús mismo, al volver, le autenticara así como también autentico a Juan. Juan testifico que Jesús venia. Este hombre también, como Juan, testificara que Jesús viene. Y el mismo regreso de Cristo probara que este hombre en verdad era el precursor de Su segunda venida. Esta es la evidencia final que este hombre es en verdad el Profeta de Malaquías 4, porque Jesús mismo aparecerá al fin de la edad Gentil. Entonces será demasiado tarde para aquellos que le han rechazado.

 

Ahora, este mensajero de Malaquías 4 y de Apocalipsis 10:7 hará dos cosas. Primero: Según Malaquías 4, el convertirá los corazones de los hijos a los padres. Segundo: El revelara los misterios de los siete truenos de Apocalipsis 10, los cuales son las revelaciones contenidas en los siete sellos. Serán estos “misterios verdades” revelados Divinamente, los que literalmente convertirán los corazones de los hijos a los padres de Pentecostés. Exactamente así será.

 

Hagamos una comparación más entre el profeta mensajero de Laodicea y Juan, el profeta mensajero que anuncio la primera venida de Jesús. La gente, en su tiempo, confundió a Juan con el Mesías. Juan 1:19-20: “Y este es el testimonio de Juan, cuando los Judíos enviaron de Jerusalén sacerdotes y Levitas, que le preguntasen: ¿Tu, quién eres? Y confeso, y no negó; mas declaro: No soy yo el Cristo”. Ahora este profeta mensajero del último día tendrá tal grado de poder ante el Señor que habrán aquellos que le confundirán con el Señor Jesús. (Habrá un Espíritu en el mundo, en el tiempo del fin, que engañara a muchos y hará que crean esto. Mateo 24:24-26 “Porque se levantaran falsos Cristo, y falsos profetas, y darán señales grandes y prodigios; de tal manera que engañaran, si es posible, aun a los escogidos. He aquí os lo he dicho antes. Así que, si os dijeren: He aquí en el desierto esta; no salgáis: He aquí en las cámaras; no creáis”.) Pero no lo vaya a creer Ud. Él no es Jesucristo. Él no es el Hijo de Dios. Él es uno de los hermanos, un siervo de Dios. El no necesita ningún honor más grande que el que recibió Juan, cuando fue la voz que clamo: “Yo no soy Él, pero Él viene después de mí”.

 

¿Porque es que los falsos profetas están en contra del profeta verdadero y hasta toman por nulas sus enseñanzas? Porque son exactamente como fueron sus antepasados en los días de Acab cuando se opusieron a MIqueas (Primera de Reyes 22). Hubo cuatrocientos falsos profetas en aquellos días y todos estaban de acuerdo: Y en cuanto todos dijeron la misma cosa, engañaron a la gente. Pero un solo profeta -solamente uno-tenía la verdad y todos los demás estaban equivocados porque Dios había dado la revelación a uno solo.

 

Así como hubo un Martín Lutero en la quinta edad (la reforma) con la luz de la justificación por la fé o primera luz, siendo el tras antepenúltimo mensajero, igualmente vino el antepenúltimo en Juan Wesley (santificación o segunda luz), también estaba prometido un penúltimo mensaje con la edad pentecostal (1906 calle azuza los Ángeles EEUU). Esa fue la restauración de los dones en la tercera bendición, tercera luz o aguacero del derramamiento del Espíritu Santo en la costa occidental del mundo occidental.

 

¿Y qué será lo último?
La ultima visitación a los gentiles antes de llevar el evangelio a los judíos. Apocalipsis 11, Romanos 11:25. Es la llegada del séptimo ángel, el Elías precursor de la segunda venida de Jesucristo, el tercer éxodo que solo la novia pura de la palabra recibirá. Es verdad que muchos falsos, muchos perversos han salido; esos Judas (Hechos 5:36), Balaanes (Números 31:16), Cores y Datanes. Pero la novia no será confundida, ella sale de ese éxodo de Apocalipsis 18:4.

 

Todos los que han conocido la vida y ministerio del hermano William Marrion Branham, saben que Dios lo vindicó como el profeta mensajero de esta edad; y su mensaje mismo lo señala como tal porque está en completa armonía con las Escrituras.

Bautismos en el Río Ohio

 

El 11 de Junio de 1933, cuando el hermano Branham bautizaba unos conversos en el río Ohio, frente a una multitud de cuatro mil personas, sucedió un fenómeno extraordinario: Apareció en el cielo una estrella encendida como un bólido con un ruido de viento fuerte, el cual fue audible a todos los que estaban presentes. Esta extraña luz se posó sobre el hermano Branham a la vista de todos. Muchas personas cayeron de rodillas clamando a Dios, mientras otros gritaban y corrían presos del temor. De aquella Columna de Fuego salió una voz que dijo: "Como Juan el Bautista fue enviado como precursor de la Primera Venida de Cristo, asimismo tú has sido enviado como precursor de Su Segunda Venida". Esto no fue algo provocado o producido por el hermano Branham ni por ningún ser humano; sino la perfecta expresión de la voluntad y elección divina. Y tenemos que recordar que Dios no cambia: Si tuvo un mensajero para aparejar al pueblo antes de Su Primera Venida, entonces tendría que enviar otro que aparejaría al pueblo antes de Su Segunda Venida.

El encuentro con el Ángel del Señor

 

Todavía el hermano Branham no entendía muchos fenómenos que sucedían alrededor de su vida, hasta que un día del año 1946 cuando regresaba de su trabajo (porque él pastoreaba y trabajaba a la vez) sintió el ruido de un viento fuerte en el copo de un árbol cerca de su casa. Esto produjo un efecto tan grande en su vida que su esposa tuvo que acudir en su ayuda por el impacto recibido. Ella pensó que él se había enfermado de repente, pero cuando se normalizó, le contó lo sucedido. Esta fue la ocasión cuando el hermano Branham decidió buscar al Señor en un lugar solitario hasta hallar la razón de todos estos misterios que le rodeaban. Dejó entonces a su esposa e hijos y se internó en un monte, un lugar secreto, con el propósito de no regresar hasta no haber hallado la respuesta de parte de Dios. Oró intensamente haciendo un examen minucioso de su vida y pidiéndole al Señor que le perdonara en todo aquello en que pudo haberle ofendido. Cuando hubo derramado su corazón en oración sincera delante de Dios, se levantó esperando la respuesta divina. Eran como las once de la noche cuando vio una luz que entraba a la pieza, en aquél lugar donde él estaba orando. Él pensó que podía ser alguien que venía alumbrando con una linterna, pero se asomó y no vio a nadie. Aquella luz se intensificó hasta semejar una bola de fuego que brillaba sobre el piso. De repente oyó pasos de uno que venía hacia él. Esto lo atemorizó grandemente porque él sabía que por esos lugares no había ninguna persona. El hermano Branham vio tan perfectamente este personaje que se le presentó que él lo describe en el testimonio donde relata este acontecimiento de su vida. Aquel mensajero le dijo: "No temas, yo soy enviado de la Presencia del Dios Todopoderoso para decirte que tu vida extraordinaria y tus modos extraños han sido para indicar que Dios te ha enviado para que lleves un don de sanidad a las gentes del mundo. Si tú eres sincero y puedes hacer que te crean, nada será obstáculo a tu oración, ni siquiera el cáncer".

 

Allí recibió la comisión de ir por todo el mundo con este ministerio de Sanidad Divina, con dos señales que le fueron dadas; una para levantarle la fe al pueblo, y la otra, la señal clara de la Segunda Venida del Señor. La primera señal consistió en conocer las enfermedades y dolencias de las personas por vibraciones en su mano izquierda. Millares de personas conocieron y experimentaron la vindicación de esta señal. Bastaba que el hermano Branham tomara una persona de la mano para saber si estaba enferma y qué clase de enfermedad tenía. Con este ministerio él fue llamado de muchos lugares y efectuó campañas por toda Norte América y por diferentes partes del mundo. Llegó a realizar campañas que reunieron más de cien mil personas. Mas tarde tuvo la otra señal con la cual podía discernir los pensamientos e intenciones del corazón. El hermano Branham predicaba la Palabra y después llamaba los enfermos para orar por ellos.

La Columna de Fuego

 

En enero de 1950, en Houston, Texas, USA, cuando el hermano Branham celebraba unas reuniones, Dios permitió que esta Luz que le acompañaba desde su nacimiento apareciera en una fotografía. Esto sucedió cuando un ministro se opuso a las reuniones que efectuaba el hermano Branham. Este ministro queriendo negar la Sanidad Divina, lanzó públicamente un reto. Un hermano que acompañaba al profeta (Fred Bosworth) aceptó el reto y se fijaron las condiciones. Este ministro contrario alquiló dos fotógrafos para tomar las incidencias del reto, con el fin de usar estas instantáneas en la publicidad de su presunta victoria sobre el profeta y sus enseñanzas. Las fotografías fueron tomadas normalmente durante el debate, pero cuando estos fotógrafos regresaron al laboratorio para revelar las películas, hallaron que ninguna de las exposiciones habían salido. Todos se perdieron, exceptuando una que le habían tomado al hermano Branham después del debate. Esta fue la que apareció con la Columna de Fuego sobre la cabeza del hermano Branham. Esta fotografía fue sometida a toda clase de pruebas; y el gobierno Norteamericano en la persona del doctor George Lacy, quien en esa ocasión era el Jefe de Laboratorio del F.B.I, dio su fallo declarando que se trataba de una fotografía genuina con un fenómeno sobrenatural. 

 

Esto fue una vindicación pública de parte del Señor a Su siervo, el Profeta, quien decía que la luz de Dios le acompañaba desde su cuna y estaba allí en sus reuniones. Era es la misma Luz que se le apareció en el año 1933 en el río Ohio y la misma que le dio las señales y ministerio en el año 1946. Esta es la misma luz que acompañó a Moisés en el desierto cuando sacó a Israel de Egipto y es la misma que se le apareció a Pablo en el camino de Damasco cuando quedó  ciego. Esta luz es el mismo Señor Jesucristo, el Ángel del pacto que guió al pueblo de Israel en el desierto, el mismo ayer, hoy y por los siglos, porque Él es Luz.

La Nube

 

Y vi otro ángel fuerte descender del cielo, envuelto en una nube, y un arco iris sobre su cabeza; y su rostro era como el sol, y sus pies como columnas de fuego. Y tenía en su mano un librito abierto... (Apocalipsis 10:1-2).

 

La nube en sí es un suceso importante ocurrido durante el ministerio de William Branham en 1963. Empieza con esa visitación de Siete Ángeles al Hno. Branham en el Monte Sunset en Arizona para recibir la comisión para ir y predicar los Siete Sellos, que El Señor iba a revelar a su pueblo de acuerdo con Apocalipsis 10:7. Después sigue esa formación sobrenatural de la nube que a la misma vez que es señal de autoridad, de deidad,
de juicio, también es la señal del Hijo del Hombre en el Cielo. La foto y artículo de este suceso tan extraordinario salió en la revista Life que era la más conocida en todo el mundo y que es editada en muchos idiomas, además de otras revistas locales. Mientras los científicos no entendían lo que había ocurrido, el profeta William Branham sabía qué había pasado con este hecho tan tremendo de la formación de esta nube en el mismo
lugar donde recibió la comisión de esos Siete Ángeles. 

 

Esta nube sobrenatural fue formada por siete Ángeles después de su encuentro con el hermano Branham, al noroerste de Tucson, Arizona. El hermano Branham fue puesto en esta constelación de Ángeles y fue comisionado regresar a Jeffersonville para la revelación de los Siete Sellos de Apocalipsis. La gran Nube tenía 48 kilómetros de ancho y estaba a menos de 42 kilómetros sobre la tierra cuando se tomó la fotografía sobre Flagstaff, Arizona, al tiempo de la pusta del sol. 

 

Esta fotografía fue impresa por primera vez en la revista Life del 17 de mayo de 1963. El Señor le dijo a su profeta que la forma correcta de mirarla era girada a la derecha, donde podemos apreciar la semejanza del rostro del Señor Jesucristo tal como se ve en Apocalipsis 1:14 “Y su cabeza ysus cabellos eran blancos como lana blanca.”

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