Bajo el Séptimo Sello

El Segundo Sello

Y cuando Él abrió el segundo sello, oí al segundo ser viviente (becerro) decir: Ven y mira.  Y salió otro caballo, bermejo (rojo); y al que estaba sentado sobre él le fue dado poder de quitar la paz de la tierra, y que se matasen unos a otros; y le fue dada una grande espada. (Apocalipsis 6:3-4)

 

Era el mismo jinete, Satanás mismo, cambiando de caballo blanco a caballo bermejo. Esta fue la siguiente fase de su cabalgata. Era el cumplimiento profético de que los cristianos serían perseguidos por la fe que profesaban.

 

Bienaventurados sois cuando por mi causa os vituperen y os persigan y digan toda clase de mal contra vosotros mintiendo. (Mateo 5:11)

Entonces os entregarán a tribulación, y os matarán, y seréis aborrecidos por causa de mi nombre. (Mateo 24:9)

 

Caballo bermejo simboliza persecución y tribulación dando lugar a la “santa inquisición” de la Iglesia Católica Romana.

 

Tenía una espada para todo aquel que se interpusiera en su camino. Como está registrado en la historia, desde el tiempo de San Agustín en el año 300 d.C. hasta 1850 d.C., 68 millones de protestantes han sido asesinados y masacrados por la Iglesia Católica Romana.

 

Millones de cristianos fueron quemados en la hoguera, echados a los leones y torturados hasta la muerte. El delito era estar en desacuerdo con la doctrina de la Iglesia Católica. El sistema nicolaita continuó en esta edad.

 

Solo la Iglesia Católica tenía el derecho de interpretar y enseñar las Sagradas Escrituras estando todos sujetos a lo que el Sacerdote decía.

 

Sus vidas no les pertenecían a sí mismos, ni siquiera a Cristo, su cuerpo, alma y espíritu pertenecían a la Iglesia de Roma.

 

Tenían el precepto de que la iglesia debía usar la fuerza para que los cristianos regresaran al redil. Y que había armonía con la Palabra de Dios de matar a los herejes y apóstatas.

 

Vi a la mujer ebria de la sangre de los santos, y de la sangre de los mártires de Jesús… (Apocalipsis 17:6)

 

La Iglesia Católica estaba destruyendo a los santos de las edades de Esmirna, Pérgamo y Tiatira, todos ellos recibieron la unción del becerro, o la unción del sacrificio. Dieron sus vidas por amor al evangelio.

 

El Segundo Sello es un caballo bermejo montado por un diablo hambriento de sangre con una espada para matar al que no esté de acuerdo con su doctrina.

 

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Tomado de los videos producidos por el Hno. Mike León de Nicaragua, basado en los mensajes predicados por el Hno. William Branham en 1963.

Que el Señor Jesucristo les bendiga