Bajo el Séptimo Sello

Y cuando abrió el tercer sello, oí al tercer ser viviente (hombre), que decía: Ven y mira. Y miré, y he aquí un caballo negro; y el que estaba sentado sobre él tenía una balanza en su mano.  Y oí una voz en medio de los cuatro seres vivientes, que decía: Una medida de trigo por un denario, y tres medidas de cebada por un denario; y no hagas daño al vino ni al aceite. (Apocalipsis 6:5-6)

 

Satanás no se quedó contento con solo perseguir a la iglesia, cambió su caballo una vez más de bermejo a negro. Introdujo una nueva forma para destruir a las almas en las edades victoriosas de Sardis y Filadelfia.

 

La Iglesia Católica empezó a cobrar dinero por las novenas, y a cobrar dinero para sacar a las almas del “purgatorio”, cuando no hay tal cosa en la Biblia como purgatorio. El Papa romano empezó a vender “indulgencias” para individuos ricos, ofreciendo posiciones en la iglesia, a cambio de propiedades, oro y tierras.

 

Esto simbolizó la balanza que el jinete tenía en la mano. “Dinero a cambio de la salvación del alma”. La Iglesia Romana comenzó a adquirir propiedades de la gente a fin de obtener favores espirituales. Esto fue simbolizado por “Una medida de trigo por un denario, y tres medidas de cebada por un denario…” (Apocalipsis 6:6)

 

En esta edad el pueblo de Dios no fue derrotado, Dios levantó el estandarte de los cristianos al darles la unción del “hombre” (tercer ser viviente). El hombre está dotado de inteligencia y sabiduría. Era la edad de los “reformadores”.

 

He aquí he puesto delante de ti una puerta abierta, la cual nadie puede cerrar; porque aunque tienes poca fuerza, has guardado mi palabra, no has negado mi nombre. (Apocalipsis 3:8)

 

En esta edad se separó la iglesia del Estado, y esto abrió paso para la reforma de la iglesia por hombres dirigidos por el Espíritu Santo. Esta fue la edad de Martín Lutero, un sacerdote católico que protestó en contra de la Iglesia Católica al exponer los abusos del papado, las indulgencias y las falsas enseñanzas a través de sus “95 tesis”. Martín Lutero nunca se retractó de su protesta. Agilizó la impresión de la Biblia en esta edad. Introdujo la “justificación”, enseñando a la que gente que: “el justo por la fe vivirá”.

 

Fue también la edad de Juan Wesley que introdujo la “santificación” o “santidad” a la iglesia del Dios viviente. Estos hombres expusieron las injusticias y las enseñanzas falsas de la Iglesia Católica.

 

…pero no dañes el aceite ni el vino…” (Apocalipsis 6:6) fue el mensaje para el diablo. “No toques a mis ungidos”. No dañes el aceite ni el vino tiene una connotación espiritual. “Aceite” significa: la unción del Espíritu Santo que Dios dio a estos reformadores. Y el “vino” significa: el estímulo de la revelación que estos hombres experimentaron en conocer y expandir la verdad en la edad.

 

El Tercer Sello es el diablo tratando de engañar con más mentiras e indulgencias, pero es desenmascarado gracias a la unción del tercer ser viviente “el hombre”, que vino a ser expresado a través de Martín Lutero y Juan Wesley.

 

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Tomado de los videos producidos por el Hno. Mike León de Nicaragua, basado en los mensajes predicados por el Hno. William Branham en 1963.